Dichosa rutina...

Hoy, inspirada por una columna de un periódico, me atrevo a escribir sobre esa palabra que en ocasiones hace temer al aventurero que llevamos dentro...LA RUTINA.
Y digo yo, por qué tiene que ser algo tan malo?
Qué hay de perjudicial en encontrar una rutina que nos haga felices y que nos llene por completo cada día de nuestra vida...
Qué hay de malo en levantarse todos los días para trabajar en un curro que sólo nosotros hemos elegido.
Qué hay de malo en compartir cada día nuestra vida con esa persona que hemos decidido amar por encima de lo bueno y de lo malo.
Qué hay de malo en disfrutar de los sábados por la noche tomando unas copas con tus amigos de siempre, como siempre...O en ver una película, o en hacer lo que se hacen los sábados...
Qué hay de malo en ir los domingos a comer a casa de tu madre o de tu suegra, como siempre...

La rutina solo y exclusivamente la decidimos nosotros, solo cada uno elige como quiere organizarse y hacer lo que tiene que hacer...Cada uno elige cómo va a vivir su vida.
Está clarísimo que a todos nos encantaría vivir una vida llena de aventuras y de situaciones inesperadas, pero el ser humano es un animal de hábitos y por ello una vida así afectaría gravemente a nuestra estabilidad mental...
O si no, buscar la explicación a que cuando algo malo nos pasa, nos desequilibra, lo primero que debemos hacer para superarlo es crear nuevos hábitos que nos hagan retomar las riendas.
Por no mencionar que en una vida en la que la palabra RUTINA no tuviese significado no se disfrutarían de esos momentos tan especiales y deseados que buscamos constantemente como vía de escape, pues serían la propia RUTINA...

A mí no me da miedo ninguno caer en ella, sólo tengo que decidir cuál es la combinación perfecta para mí, cuál es la rutina que me hace feliz, y cuando algo te hace feliz eres capaz de repetirlo todos los días...O no?